No quería que os perdierais ni una sola de las pinceladas que componen esta maravilla. 


Tenía 11 años cuando visité por primera vez el museo Thyssen-Bornemisza (Madrid), y desde entonces tengo una pequeña postal con este cuadro. 
Yo no tenía ni idea de qué era el puntillismo, el arte impresionista ni conocía el resto de la obra de Henri Edmund Cross, pero ya elegí esta como mi obra preferida del museo.

Y no me había dado cuenta aún de su increíble belleza hasta que no lo he visto a través de la pantalla del ordenador y en tamaño XXL, 
y con el peso del tiempo, que me ha hecho ver otras cosas bonitas
y otras no tanto.























2 comentarios:

  1. Madre mía 11 años?
    magnificass
    tiene su fragilidad y agresividad maravillosa

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  2. Son muy bonitos, el último es genial. Hacía tiempo que no me pasaba, pero nunca defraudas cuando vuelvo. Un beso enorme :)

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