Esta entrada no estará completa sin la banda sonora.
Se ruega al lector de este blog que siga las instrucciones aquí indicadas:
I. Aíslese y póngase unos auriculares.
II. Ajuste el volumen alto.
III. Apriete el botón del play y continúe su visita.
Podría estar ocurriendo ahora mismo.
Una niña acostada en un improvisado dormitorio en el maletero de un Renault 11.
Pudo ocurrir sólo una vez o muchas, durante horas o un sólo instante.
El brillo de la noche y las oscuras estrellas me absorbieron el seso.
No hay forma de volver a aquel momento porque no sé si pasó o si está por pasar.
Cuando quiero recordar esas noches de carretera, sólo siento el zumbido ronroneante del motor
y la música lejana, el suave folk que escuchaba mi padre.
Aún me pregunto cómo podía aguantar despierto al volante.
Recuerdo también el movimiento suave sobre el asfalto y mis pestañeos.
Recuerdo que, tumbada boca arriba jugaba con las estrellas a aguantarles la mirada.
Pero siempre me ganaban, porque yo veía en ellas a todos aquellos que ya no están
y lloraba.
No hay forma de volver a aquel momento porque no sé si alguna vez salí de él.
IV. Cierre los ojos y regrese a su propio recuerdo.
tengo que reconocer que no lo he hecho tal y como lo has pedido, pero ha merecido la pena! :D
ResponderEliminarG
Woah, qué blog taaaaaan genial, me encanta ü Además, la canción me ha dado justo para llegar al final de la página... magia▲
ResponderEliminar¡Paz!
http://whatever-lowla-wants.blogspot.com
es una linda entrada...la canción es agradable junto a las palabras.^^.
ResponderEliminarNo he podido escuchar la cancióin porque no me va el sonido, pero seguro que es preciosa, me encanta e estilo de tu blog!
ResponderEliminarTe sigo :)
Lo que tienen los recuerdos es que se pueden visitar siempre que se quiera. Algunos son maleables, y crecen con el tiempo; otros se olvidan y de repente vuelven de golpe, con una brisa, un olor; con una canción.
ResponderEliminarSeguramente no seamos nada sin ellos.
Muy bonito el tuyo.
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