Buhardilla

De pequeña la llamaba la "guardilla". Entre los almohadones construía edificios con cassetes de genios musicales y no me importaba que se cayeran, me gustaba. Y de fondo siempre sonaba algún vinilo de la ELO, de los que también me ponía mi madre en el baño, mientras fuera se hacía de noche.

Pasé muchas tardes allí, recogida y tranquila, cuando solo era una niña.
 Ahora yo he cambiado, pero lo clásico ya se ha ganado su lugar en la eternidad y nunca cambiará.


3 comentarios:

  1. Que maravilloso lugar, ojalá yo tuviera algo así en casa o unos padres con tan buen gusto musical. Eres afortunada :)

    ResponderEliminar
  2. Bonito sitio, simpre he querido una buhardilla así. Gracias por haberte pasado, yo te sigo ya. ¡Nos vemos en próximos post!

    ResponderEliminar
  3. Me encanta! Y sí, yo también he querido tener siempre una buhardilla :)
    Me gusta tu blog, te sigo :)

    ResponderEliminar